Se encontró con su madre mientras dormía, como en un sueño dulce...
La cuidadora del horfanato sonreía y nos entregaba recuerdos de Lucas, de sus casi dos años de vida en esa institución.
Habíamos estado llorando mientras le mirábamos y le acariciábamos, pero nos limpiamos las lágrimas y decidimos que cuando despertara iba a ver a su mamá y a su tía, felices, justo como se sentían en ese momento.
Y esperamos que despertara con una sonrisa en los labios, ésa que permanece desde su llegada a nuestras vidas...
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